viernes, 15 de mayo de 2015

Vértigo

Vértigo, me susurra con desgañitados gritos
el canario que desde su diminuta jaula se retuerce;
no grita por falta de comida y agua,
se asfixia; la vida le queda demasiado lejos.

Vértigo, dolor en la garganta, miedo a caer,
miedo, como un cachorro que intuye su destino,
respiro despacio, no ocurre nada, sigo vivo,
me lanzo a correr y al fin, me espera el horizonte.

Mis pulmones se llenan de aire hasta escocer,
el viento me corta los labios, la cara, desfigurada
por la prisa, la ansiedad y la decisión,
de no volver nunca a mirar hacia atrás.

El canario, se estrella neurótico contra los barrotes,
parte su pico rompiéndolos, pero no encuentra dolor,
ni sangre, ni duda un segundo en arrastrarse, batiendo,
con la mayor de las rabias sus alas atrofiadas,
hasta levantar el vuelo.

Volamos, juntos, como si se fuera a acabar el espacio
para dar el siguiente paso.
Volamos, demenciales y acelerados, respirando
tanta cortisona como dudas y libertad.

La negrura tan aparentemente lejana nos golpea
de repente y caemos, exhalando frenéticos el aire gélido
de la noche que acaba de terminar.
Al final, saltar al vacío, volar, hackear la vida,
no nos mató.

Al valor.

miércoles, 13 de mayo de 2015

En la obligación

Verse en la obligación de hacer algo, siempre es jodido, sentir que hay algo de lo que no se puede escapar, como una fuerza divina apuntándote con un dedo acusador disparando órdagos morales de los que no es que no pueda escapar, es que no quiero, probablemente sea culpa de mi orgullo ex-militante, los encaro, como si los pudiera vencer, aunque es algo irrelevante si me venceré o no. Me veo en la obligación de enfrentarme a mi vida, me veo en la obligación de escribir esto.

Hoy, se ha acabado la relación que mantenía con mi compañera desde hace años, aunque este blog ya estaba activo para aquellos entonces, y en él se refleja mi transición, y la transición de la pareja, que realmente no ha sido mala, se puede decir que fue todo pacífico, en realidad, el problema es mío, y no es con ella, sino conmigo, me encuentro perdide, en mitad de un inmenso oceáno de pensamientos, sensaciones, y estímulos, que no puedo controlar, y eso me provoca ansiedad, lo mas lógico y normal, para ambas, en este momento, era dejarlo.

Y me había prometido no hacer precisamente esto, convertir esta entrada en una visita al psicólogo y aburrir a quien demonios la lea, pero me veo en la obligación, indubitable, e imperiosa, de sincerarme conmigo misme, sé que se me abre un período de zozobras, de miedos, de experiencias, de cierto tipo de libertad nueva, de vida y de alma, pero también de busqueda interior, y exterior, de anclajes y nuevas conexiones con el mundo, me pone nerviose solamente pensarlo, pero no me queda mas remedio, el éxito, casi siempre es de les valientes, aunque será el tiempo, obvio, quien juzgue si esto era valentía, o tan solo una bocanada gigante de aire que no seré capaz de tragar.



Pero al fin y al cabo, he escrito esta entrada, he dado un paso hacia la negrura, tragando saliva, y diciéndome a mi misme que no tiene nada de malo estar ante una puerta enorme que no sé si sabré abrir.

Pero al fin y al cabo, hoy, comienza un mundo inevitablemente nuevo para mí.

Rota mi zona de comfort, no hay nada mas allá que me asegure estar vive, pero será necesario educarme para buscarlo, para encontrarme.