domingo, 27 de octubre de 2013

A la ablación

Inyectados en sangre ojos, rojizos
con ridícula boina, agresivos,
asesinos de alma, muertos
que la vida desnudan.

Con una cuchilla sucia
mientras yo, lloraba, gemía,
exaltada y agarrada por madre mía
ya muerta, matada por ellos con astucia.

Con saña, sin piedad
hasta desmayarme,
cuando ni ocho años
vestían mi pubertad.

Impura me llaman
solamente por ser mujer
y arrancaron mi vagina
y mi placer se llevaron.

Con una cuchilla sucia
mientras lloraba, gemía
moría como mujer,
sesgados mi clítoris
                             mis labios
                                            y mi ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario