viernes, 16 de mayo de 2014

Al Subcomandante Marcos

Organizar la rabia, y la dignidad,
en enero del noventa y cuatro,
se alzó sin rostro junto
al pueblo, ni delante ni detrás.

Organizar el coraje y la escuela,
ya basta de imperialismo
en la puerta de nuestras casas,
y sometimiento a golpe de espadas.

La justicia llegó, a caballo, tras un pasamontañas,
y una pipa.

Pasamos de invisibles a indígenas,
como nos llamó el español cobarde,
y de indígenas a dueños, todos,
de nuestra vida, nuestra tierra
y nuestro cuerpo, Subcomandante ponte al frente
y conquistemos Chiapas de nuevo.

Que este dos mil catorce, de nuevo,
tenemos rabia y voluntad,

nos falta la organización.-


Al Camarada Raúl Reyes

El estado colombiano asesino, ellos dicen que estás muerto.

Camarada Raúl Reyes, hasta la victoria siempre.-

Vinieron los guerrilleros, desde allá adentro
de la oscura selva con viejas armas,
por el único posible camino,
el camino del revolucionario, y la azada del campesino.

Y nos dieron comida tierra y escuela
con la bandera a cuatro franjas y tres colores
y corriendo como cobarde se fue el patrón,
los paramilitares y el imperialismo narco-yanki.

Camarada RR, ellos dicen que estás muerto
pero Colombia nos pertenece, como sus fábricas,
sus minas, y hasta si apuras sus fusiles,
Colombia te pertenece, pueblo, nunca lo olvides,
pueblo, nunca olvides, al Camarada Raúl Reyes.


E.T.A. Memorias de un guerrillero

Gudari, camarada, que sacaste pecho
ante la amenaza de la clandestinidad
y en alto el puño ante el feroz hecho
de la represión y los disparos silbando en tu oído.

Te lanzaste a conquistar monte, hermano,
a golpe de irrintzi, fusil y DNI falso,
había que combatir la opresión y nosotros,
únicamente teníamos pies y manos.

Pero no importaba, ni dormir al raso,
ni en pensiones, ni pasar hambre,
ni abandonar nuestras vidas, paso a paso,
muerto a muerto, nos dimos cuenta de que no teníamos nada.

Salvo un horizonte de victoria,
que se antojaba lejano y unas siglas,
manchadas de sangre, culpable, e inocente,
que nos impedían volver atrás.

Muchos se quedaron en el camino,
a justicia sumaria disparada,
por los perros del enemigo, otros,
sufrieron el horrible futuro de cárcel y tortura.

Pero ya no creíamos en nada,
se desvanecía nuestra guerra popular
y nuestra lucha armada, se convertía en un halo de humo,
que no nos dejaba posibilidad de exiliarnos.

A veces perdíamos tanto la ilusión
que deseábamos ser cazados;
Pero nosotros éramos E.T.A.
y no podíamos avanzar, ni nos permitían retroceder.

A quién corresponda

Que la indignación se transforme en balas
que rompan en mil pedazos las nucas
de todo fascista que sus anchas campa
por las calles de este enfermo estado de patraña.

Que de una vez los gritos se vuelvan puñaladas
que atraviesen a doble filo las costillas
de quienes a muerte nos quisieran condenar
y vaya si con algunas personas lo consiguieron.

Que se acaben las buenas formas ya
que termine vuestra maldita farsa
y que sea bajo mano obrera, que vosotros
seáis los que mañana en la mina cavéis.

Escuchad, cobardes, que yo os prometo
que aunque os escondáis tras millares de policías
algún día, juro que lo pagaréis,
con vuestra sangre azul, de militantes del PP.

Os llevaréis las manos a la cabeza,
cuando, ojalá, vuelvan a formarse comandos de E.T.A.
que ajusticien a los culpables casposos
cuando con placer nos matáis y desahucíais.

Y además caerá sobre nosotros la justicia,
como si acaso no ejerciéramos Resistencia
ante vuestra barbarie que a la miseria nos condena,
corred, cobardes, que tan pequeño será el mundo,
y tan grandes nuestras ganas de encontraros,
que ni bajo los mismos puentes a los que nos condenasteis a vivir,
podréis esconderos.-

"Pan y trabajo, prima, 
pan y trabajo,
siempre se escapa el tiro
pa los de abajo.

Que mala pata, prima,
que mala pata,
no les saliera el tiro
por la culata".

Juan de Loxa.