Por ansiar amarte
abarqué lo que no podía
te quise comer
y solo conseguí pelo púbico
entre los dientes.
Te quise devorar
y mi único trofeo fue
una resaca de flujo.
Quise beberte y solo
me encontre manjares intragables,
nauseas, líbido y bilis.
Te quise escribir
pero se me corrió
la tinta y acabó el boli.
Te quise a tí
y me encontré con que
verte despertar, cariño,
no me sentaba nada bién.
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