La lluvia cae sobre el rostro
mientras los árboles se desnudan
el frio penetra los huesos
y el amor ya no abunda.
Solo callemos y juntemos nuestras bocas
cuando nos bañe el alma
el otoña tras tus perlas
y subamos a la tentación de tu cama.
¿Qué ya no nos queda amor?
Antes morir que dejar de quererte
dejar de respirar sin escribirte
antes me arranco el corazón que no soñar.
Con tu cuerpo cada noche
sudando contra mi pecho
que se abra el cielo ahora mismo
si no diera por tí mi vida entera.
Y que se pasen mil otoños
te seguiré haciendo versos a diario
que crezcamos a la sombra del madroño
y viva nuestro amor como un lobo estepario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario