jueves, 3 de enero de 2013

Versos malditos

La sangre me baja el cuello
me atravesaron la garganta
arrancaron mi alma, me escupieron
patearon mi cara...

Me hicieron vomitar
mi último rastro de humanidad
miles hojas se clavaron
ardiendo en mis costillas.

Cortaron mis manos
mi lengua, mis brazos
me sacaron los ojos
para no tener que verles jamás.

¿Por qué a mí ángeles bastardos?
¿Tal es mi culpa para recibir
tanto castigo sin oportunidad
de poder rebatir?

Nos veremos en el infierno
cuando se os escape la vida
de entre los dedos y ardan
sin descanso vuestros huesos rotos
en el fuego eterno.

Que si dolor es escontrame
muerto en vida, peor
es estar vivo en la muerte,
mientras mi arma apunta tu frente...

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