Poema dedicado a la infame estatua que le dedicaron a Federico García Lorca a tan solo unos metros de la opresiva bandera constitucional del Triunfo.
Te mataron, hermano, y callaron,
te exiliaron, compañero, y nos silenciaron,
siervos cobardes de la España patrañosa,
fascistas, que se atreven a esculpirte.
Te mataron mi camarada y que no mientan
fue por política, fue por homosexual,
fue un chivato anónimo, y que no mientan,
te arrancaron hasta la muerte, y fingen homenajearte.
¿Dónde te dejarían chulazo granaíno
Que todavía susurran tu nombre a veces
los ancianos que te leían a escondidas?
¿Bajo qué cuneta descansarán tus huesos?
¿En qué biblioteca faltarán tus libros?
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